domingo, 16 de mayo de 2010

Tiempo

Eso, una puta mandarina del orto: eso es el tiempo. Una mandarina de mierda, que se acaba antes de que puedas pensar en ella. Se te queda atragantado en el esófago, inundándolo de toxinas.
Es una creación colectiva, un pacto entre dioses de todas las religiones para joder al ser humano. Porque los dioses son macabros: se divierten con nuestro dolor. Se cagan de la risa, los hijos de puta. Somos sus muñequitos de arcilla, su teatro de títeres. Por eso es que la vida es un inmenso dolor, con pequeñas gotas de alegría, cada tanto.
Bueno, yo tengo algo que decirle a los dioses: me chupan todos la pija, señores. Es hora de despertar a los titanes para que, guiados por Prometeo, nos lleven hasta el olimpo. Y ahí sí: la que se va a armar…